El líder integral reconoce que su cuerpo es su templo, que para lograr lo que se propone y producir frutos en otros debe velar por su salud y bienestar, el de su familia y su equipo, y es por lo cual destina tiempo importante para cuidarse y cultivar hábitos saludables, sirviendo como ejemplo.

Ninguna persona puede ser integral si tiene uno de los pilares más importantes descuidados, como lo es el de la salud.  Es muy notable cuando un líder no cuida de sí mismo y no se tiene como prioridad, y así no se inspira admiración, cualidad vital para lograr la lealtad de esas personas con las que ha decidido rodearse para alcanzar sus objetivos.

Cuando un líder no cuida su salud y su bienestar, es una señal de falta de amor propio, por ende, se muestra por momentos como un ser humano inestable. Es transcendental no permitir que nuestra misión y pasión absorban el tiempo que debemos destinar a cada cosa, ya que la plenitud se basa en el equilibrio.

Mantener una vida en equilibrio no es tarea fácil, ya que siempre habrá aspectos que escapan de nuestro control, sin embargo, si periódicamente nos detenemos a evaluar cada uno de los pilares importantes de nuestra existencia, y tomamos acción sobre aquellos que están siendo descuidados antes de que se conviertan en apremiantes, estaremos disminuyendo los riesgos y disfrutando de una gran calidad de vida.

Así mismo, el líder integral fomenta el bienestar en las personas que le rodean, y se encarga de que su gente practique el equilibrio en su vida.  Muchas personas me preguntan que, si existe el real equilibrio, y mi respuesta es que equilibrio no tiene que ver con que todo esté perfecto, mucho menos que no tenemos permiso para en algún momento poner más atención a un área más que otra.  Desde mi propia experiencia el equilibrio se practica a diario, y lo vamos ajustando de acuerdo con los sucesos y las eventualidades.  Ahora bien, vale la pena organizar nuestras prioridades y tomar en cuenta todas nuestras áreas para determinar nuestro plan de lo que significa para cada uno ese equilibrio y cómo queremos mostrarlo y ponerlo en práctica.  Así que te insto a no abrumarte cuando estés experimentando cierto movimiento y ajustes con tu equilibrio, ya que eso también es parte de la vida.

Propiciar organizaciones saludables y entornos laborales felices es una de las áreas más desafiantes en la gestión de personas en la actualidad, pues si bien es cierto que el bienestar en el trabajo es una tarea individual, no menos cierto es que las organizaciones son las responsables de poner a disposición de sus colaboradores procesos, herramientas, sistemas, entre otros, a través de las cuales su gente pueda desarrollarse y producir buenos resultados.

Hace unos años leí una reflexión del Dalai Lama, que impactó profundamente mi vida y decidí aplicar importantes cambios desde entonces, dando mayor importancia a mi salud y bienestar:

“No entiendo al hombre; pierde su salud para ganar dinero, después pierde dinero para recuperar su salud y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfruta el presente, por lo que no vive ni el presente ni el futuro.  Y vive como si no tuviese que morir nunca…y muere como si nunca hubiese vivido”.  

¿Qué opinas tú de este escrito? ¿Vas a tomar alguna decisión sobre tu salud y tu bienestar a partir de este momento? ¿Vas a trabajar en ello para luego multiplicarlo en otros? ¿En tu familia, equipo de trabajo? 

¿Puedes imaginar cómo sería tu vida, tu nivel de disfrute y plenitud si cultivas tu salud y tu bienestar? ¿Si lo conviertes en una verdadera prioridad y eres intencional al respecto?

Te invito a compartir este contenido con lideres como tú, a los cuales decidas sumarles valor.

Y recuerda que, las posibilidades son tan amplias como el horizonte. Abre tu mente, tu corazón, emprende tu vuelo al más alto nivel, ¡desde adentro hacia afuera!

 

Gracias por leerme.